Temprano en la mañana del sábado estaban los que casi nunca duermen.
Algunos de los personajes con los cuales nos hemos tropezado durante nuestros paseos por South Beach son los protagonistas de esta historia. Ellos y el reverendo Pedro Martínez.
Muchos dedican sus ingresos a salvar a los niños y mujeres con cáncer, o a cualquier otra persona con requerimientos especiales que comprometen su vida o su espiritualidad.
El reverendo Pedro siente esa devoción por aquellos que no tienen casa en Miami, y que ya son muchos.
Los Homeless. Pedro los convoca en la única iglesia de Lincoln Road. Allí les ofrece desayuno, ropa, y corte de cabello gratis.
Cuasi-fantasmas con historias oscuras o de mucha luz. Pero, al fin y al cabo, seres humanos renegados, olvidados, que una vez cada dos meses reciben la atención de voluntarios que más que creer en Dios, creen en el hombre.
Gracias a mi querido amigo Pedro, a su esposa María y a sus hijos por la oportunidad de dar gracias a Dios, el sábado, en el corazón de la ciudad de Miami
martes, abril 24, 2007
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4 comentarios:
te felicito por haber partcipado en algo tan bonito
Paisana me quito el sombrero ante Usted y demas personas que dieron su tiempo para ayudar a los mas desafortunados. Que tremenda labor, ojala y otros sigan este ejemplo ya que algunas de estas personas lo que necesitan es Amor y saberse Amado para mitigar su mala racha. Que Dios te Bendiga. Angel Lazaro de Long Island, NY.
La imagen de extrema riqueza que da Miami al exterior no es tal, la riqueza -en todo caso- la albergan iniciativas de ayuda a los que menos suerte han tenido en la vida.
Un saludo desde Catalunya!
Es lindo ver cuando alguien es lindo tanto por fuera como por dentro.
Es lido ver cuando salimos del egoismo cotidiano y pensamos un ratico en los demas, en los que estas pasandola peor que nosotros... Y asi apreciamos realemente lo que tenemos...
Felicidades...
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