Habana-París París-Londres Londres-Dakar-Banjul
Después de pasar 5 días en París, aterricé en Banjul, Gambia en marzo del 2002.
París bien merece una misa, pero en África la cotidianeidad es mágica.
¡Que emoción, que suerte la mía, que privilegio!
El aeropuerto es la réplica de una mezquita. Todo en Gambia hierve, los colores son más vivos, la música más estridente, la miseria es más extrema.
Me parece vivir un sueño. Estoy a cientos, miles de kilómetros de casa, de mami, y de mi misma.
Todo a mi alrededor es nuevo y excitante. Los nativos vienen presurosos para ofrecernos taxis. Touba! Touba! Esa palabra quiere decir hombre blanco.
Cualquier persona mas clara que ellos lo es, y si se acaba de bajar de un avión, mas. Aunque como yo, solo lleve en la mochila una agenda de notas, unos cassetes, un libro y muchas ilusiones. Ando más arrancada que un bache!!
La primera brigada de médicos y técnicos de la salud cubanos llega a Gambia en 1999. Los cuban docta son venerados y respetados por los gambianos.
Ellos se encuentran trabajando en la ciudad capital, en hospitales, clínicas y en una Universidad.
En la capital Banjul, el clima es más benévolo y en los lugares más recónditos de Gambia, donde también laboran los cubanos, las temperaturas alcanzan los 38º C a las 6 de la mañana. El calor es tan asfixiante que el cerebro se te reblandece.
Les contaba de la bienvenida. Me sentía una reina en África, no quería más, fui feliz ese día de marzo de 2002.
Mañana les cuento todo lo que pase para acotejarme donde los médicos cubanos y con mi equipo, compuesto por un periodista con ínfulas de presidente, un camarógrafo con problemas de columna y un técnico…
¿Que dirían ellos sobre mi? Jajajaja
Una estudiante de periodismo de ultimo año, fantasiosa y alucinada…
See u tomorrow!
